El joven Eudoxio,
explorador espacial de una remota galaxia, entró en la atmósfera terrestre para
investigar aquel no documentado planeta azul.
Sobrevoló América del Norte
y se sorprendió de los enfrentamientos raciales entre sus habitantes motivados
por el color de la piel.
Dirigió su nave al Sur y vio
cómo se destruía sin ningún pudor la selva amazónica y se expulsaba de sus
tierras a los indefensos nativos.
Cruzó el Atlántico y le
horripiló ver grandes buques balleneros masacrando cetáceos.
Llegó a Europa y contempló
afligido cómo numerosas pateras repletas de pobres desgraciados intentaban
cruzar el Mediterráneo; aquéllas que no lo conseguían dejaban sembrado el mar
de cadáveres.
Prosiguió su viaje hacia
Oriente Medio, donde la guerra era el pan de cada día; unos defendían una
religión, sus vecinos profesaban otra. Y por ella, se quitaban la vida.
Bajó hasta África y se
horrorizó con las salvajes matanzas entre etnias próximas que destruían todo lo
que encontraban a su paso, asesinando a unos y violando a otras.
Y llegó un momento en que ya
no pudo más y vomitó. Puso su nave rumbo a la estratosfera y abandonó aquel
desventurado planeta.
"Cuanto más lejos de
aquí, mejor", concluyó.
Autor: Raúl Mateos Barrena
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