EL BLOG DE LAS JORNADAS

martes, 29 de noviembre de 2016

Premio del Concurso de Microcuentos Fantàsti'CS16 es para MªCarmen Castillo Peñarrocha, por Cinema Inferno.

En Castellón, a las 15 horas del día 26 de noviembre del año 2016, se reúne el Jurado seleccionador previsto en las bases que rigen el Concurso de Microcuentos Fantàsti’CS16 para fallar los premios de la VII edición.

El Jurado está compuesto por la junta asociativa de las Jornadas Fantàsti'CS.


El Jurado acuerda:

Primero. Que han participado 50 relatos a esta edición del certamen, procedentes de todas las Comunidades Autónomas del Estado Español y que de ellos han sido seleccionados y cumplen los criterios del concurso 26

Segundo. Que tras una minuciosa selección, han resultado finalistas los siguientes relatos:

12. CINEMA INFERNO, por Mª Carmen Castillo Peñarrocha
21. 31 DE FEBRERO por Pere J. Martínez Marqués 

Tercero. Que, tras las oportunas deliberaciones, se procede a otorgar los premios establecidos en las bases, resultando el siguiente FALLO:

PRIMER PREMIO: Dotado con dar título al libro recopilatorio del VII Certamen de microcuentos Fantàsti’CS16, que se publicará junto con el certamen 2017 a Mª Carmen Castillo Peñarrocha por su relato "Cinema Inferno"

PREMIO FINALISTA: Dotado con la aparición de su microcuento en el libro recopilatorio titulado “Cinema Inferno” y un ejemplar de la revista JOT DOWN  para “31 de febrero” por Pere J. Martínez Marqués

PREMIO SELECCIONADOS: Dotado con la aparición de sus microcuentos en el libro recopilatorio titulado “Cinema Inferno”. 

Finalizada la reunión, se levanta acta con la conformidad de los presentes. El fallo se dará a conocer a los ganadores el día 29 de noviembre. 

*El libro recopilará la edición 2016 con la edición 2017, por lo que no aparecerá el libro hasta finales de 2017, al igual que sucedió con "El hilo de la vida y Paternidad responsable"

sábado, 22 de octubre de 2016

26. La noche me confunde, Francisco García Bausán


Llega la noche, salgo a dar una vuelta por el barco, gente, mucha gente, y entre todos ellos… no, lo imposible se ha revelado, una conjura de brujas recorren uno de los pasillos. Las sigo, un aurea especial las rodea; de improvisto cambian de dirección, hacia… atrás, han dado la vuelta, vienen hacia mí, me han descubierto. Una voz, una voz celestial se oye en una sala al fondo del pasillo, una voz armoniosa que las llama, que las seduce e invita a entrar en su aposento, una voz que me aleja de ellas, que me… trae gratos recuerdos, es la voz de mi amado, la voz de Adams. Un frío intenso recorre todo mi cuerpo, la vida me está probando, no es posible que Adams esté con ellas; vigilo, están hablando, riendo, de pronto se tocan, se están tocando, juntan sus manos y se besan, en la mejilla. Una iluminación divina llega a mi mente, y comienzo a entenderlo todo. Me ama, sí, me ama más que nada en el mundo, está dando su vida por mí; habrá descubierto que venían a por mí y se ha interpuesto en su camino. Seducido, ha sido afectado por algún hechizo, y han anulado su voluntad. He de rescatarlo, se lo debo.

    Espero paciente, un descuido, un error, una lenta reacción, hasta que pasada la medianoche llega mi gran oportunidad. Salen, salen todas juntas, embriagadas de alguna poción especial que hacen que se tambaleen, hacia la cubierta superior. Es fácil, relativamente fácil, una a una van cayendo por la borda, los gritos son acallados rápidamente por la música reinante. De pronto me encuentro frente a la más malvada, la que besaba y se contoneaba frente a Adams; con ella práctico el genuino arte de la navaja en mano; una mueca, solo una mueca sin tiempo a más reacción es lo que muestra, seguida de un ligero encorvamiento hacia atrás, antes de salir despedida por la borda con un seco  crujido de su espina dorsal. Salvados, estamos salvados ante tanto pecado y lujuria. He conseguido parar el aquelarre y devolver al infierno sus pertenencias. Voy al encuentro de Adams, necesito su calor, sentir su torso, su aliento… Nos encontramos en una de las escaleras interiores.

.- Hola Eva, llevo tiempo buscándote, he conocido unas chicas que nos invitan a la fiesta de disfraces de esta noche. ¿Te apetece?. ¿Nos vamos a cambiar?. La fiesta ya ha comenzado...



Autor: Francisco García Bausán


25. Dicotomía temporal,Alba García Durán


  Hoy me he mirado en el espejo y en el otro lado he visto a alguien distinto, no era como yo, quizás parecido.
    Adelantándose en el tiempo, ha movido el brazo derecho, luego yo le he imitado al instante.
    He oído un ruido de fondo, habían llamado a la puerta, pero no la de mi casa, sino la del reflejo. Mi yo ha preguntado quien era y se ha escuchado una voz contestando: "Soy el cartero".
    Luego se ha levantado y al abrir la puerta, un hombre sin rostro le ha adornado la cabeza con una bala.
    Sin poder reaccionar llaman a la puerta de mi casa:
.- ¿Quien es?... pregunto.
.- Soy el cartero... me responden...

Autor:  Alba García Durán

24. El enfermo descortés, Plácido Romero

El médico me dijo que tenían que cortarme los pies. Pensé que ya no tendría que caminar. Añadió que era necesario amputarme las manos. No tendría que ocuparme de limpiar ni fregar nunca más. Había que arrancarme los ojos. Para lo que hay que ver. Debía cortarme la lengua. Nunca me ha gustado hablar. Por último me dijo que estaba curado. No pude darle las gracias, ni estrecharle las manos, ni acompañarle a la puerta.

Plácido Romero Sanjuán

23. PERDIDA- DE INMACULADA CASADO

     Se encontraba perdida entre ríos de sangre con las alas de sus pies que corrían sin avanzar, quería huir de los fantasmas de aquella habitación que la clavaban en la cruz de su destino, sus labios se agrietaban del calor de su propio sufrimiento mientras el feto se debatía entre la vida y la muerte, incrustándosele los dientes del vació sobre el cuello, cuando sus dedos se aferraban al cuchillo manchado por una sangre goteante.
     Ella se sentía morir dentro de un cuerpo vivo, viviendo una vida usurpada,  las imágenes se le agolpaban en la mente, nunca supo porque sabía que esa no era su vida, pero lo sabia. Fue cuando se negó a ella misma cuando sucedió todo, viento, muerte, resurrección, oquedad, y ahora allí en un nuevo circulo concéntrico que siempre volvía  a los mismos recuerdos, lagrimas de niños que se convertían en caramelos, explotaba el silencio el cielo se volvía de luces con risas negras y luego luego…..nada.
     Las migas de su corazón le marcaban un sendero hacia la jaula de su propio yo y entonces el pájaro de su locura le pico los ojos mientras las hormigas de sus minutos se llevaban las migas y ella continuaba buscando la sinrazón de una vida sin Dios.
     Y seguía apretando el cuchillo que clavaba una y otra vez en aquella marioneta sin hilos que había salido de ella y que era ella misma mientras sentía las manos del destino asesino que la estaba ahogando en la esquizofrenia de una hija muerta.
Retorció los trapos del vestido no usado en el capazo con vísceras informes de un bulto de carne que no respiraba mientras las alucinaciones no le permitieron discernir la carne muerta de un alma inocente que nunca debió nacer. Había logrado liquidar aquel existir que se le apodero retorciéndose en su propio exorcismo. Por fin lo había logrado, con su muerte mataba a la no nacida que surgió del apareamiento con el demonio de su soledad, y mientras en sus manos se deshacía su alma los ojos buscaban a su dios de espinas clavadas, que era ella misma, y seguían cayendo luciferes en su mundo que  se deshacía en polvo de cocaína encima de su engendro.






Inmaculada Casado Carrión 

22.HISTORIA BREVE DE UN PEQUEÑO PSICÓPATA, DAVID GÓMEZ LÓPEZ

Ubico el principio de mi degeneración a partir de la tercera víctima. La primera vez fue fruto de un impulso furtivo. Me la encontré a solas en la cocina, tan frágil ella que casi no tuve ni que proponérmelo. La maté de un único golpe. Con la segunda lo hice más despacio, apretando con la yema de los dedos hasta oír un leve crujido. En la tercera ya empezó a haber ensañamiento por mi parte. Un objeto punzante me sirvió para desmembrarla. Para la cuarta utilicé otra herramienta, en este caso un martillo. De nuevo de un solo envite, como en aquella primera ocasión. A la siguiente la quemé. En ese instante supe que había perdido el control definitivamente. Ahogué en la bañera a la que vino después, pero ya no era lo mismo. La casa se me había quedado pequeña. Salí al exterior en busca de próximos objetivos. En un parque me topé con varias candidatas, tomándome a continuación unos minutos para decidir. Estaba cerniéndome sobre ella, enardecido por hallarme en público, cuando un policía me descubrió. El mundo comenzó a desmoronarse a mi alrededor. Me excusé a borbotones, alegando que se me había ido de las manos, que en realidad no era mala persona, y el guardia pareció apiadarse de mí. Con actitud severa, me obligó a que prometiera no hacerlo nunca más. Y debo decir que no he faltado a mi palabra. No he vuelto a matar hormigas desde entonces.

Nombre del autor: David Gómez López

21. 31 de Febrero. Pere J. Martínez marqués

31 de Febrero
Es 29 de febrero. Es el cumpleaños de M.J. y está especialmente contenta porque se estrena en su nuevo trabajo de administrativa. La conducen hasta su nuevo despacho; ella sonríe a todo el que se cruza pero nadie le devuelve la sonrisa, están muy atareados. Este día solo recibe formularios ejemplarizantes para que los estudie. Los sabe porque están fechados el 31 de febrero, además son licencias de actividad muy absurdas.
Es 30 de febrero. Eso indica el calendario de su mesa de trabajo. M.J. cree que es una novatada. Pero no lo es; nadie la mira en la oficina, nadie sonríe. Es la broma más estúpida del mundo. Sin avisar, alguien que dice ser un instructor se mete en su despacho. Él le confirma que la fecha es correcta y le cuenta una historia que ella no puede creer. Después le entrega un grueso dossier con su tarea para mañana.
Es 31 de febrero. Hoy, igual que ayer, es un día real que solo pueden sentir unos pocos por haber nacido en un día que solo ocurre cada cuatro años. Para el resto de la humanidad no existe. La realidad se detiene durante cuarenta y ocho horas; ni los astros se mueven. M.J. escucha música por los auriculares, pues el silencio absoluto es espeluznante. Se dirige hacia una instalación militar secreta. Entrar es fácil cuando todo está quieto. Modifica los archivos de defensa. Otros como ella están haciendo lo mismo, en este instante, en otras dependencias militares del planeta. Y hay más ocupándose de reacondicionar la realidad, eliminando y colocando elementos, para que todo se adapte a los nuevos planes.
Es 1 de marzo. Amanece un nuevo orden mundial encubierto. Viejas tendencias caen, nuevos valores se crean, nuevas guerras aparecen y otras se desvanecen;  un virus inocuo que infecta las mentes de la humanidad cada cuatro años. M.J., en su oficina, lee un memorándum en el que se felicita a los agentes por la labor realizada. Piensa en ese gobierno en la sombra, ahora ella forma parte de él. No sabe cómo sentirse. ¿Sucia? ¿Afortunada? ¿Culpable? ¿Feliz? Da igual, no puede contárselo a nadie.


Pere J. Martínez Marqués

lunes, 17 de octubre de 2016

20. HOJAS, VÍCTOR MANUEL RUBIO BUDIA

John no podía contener la sangre. Presionaba tan fuerte como podía con la mano izquierda, pero entre los dedos se le escapaba el líquido a borbotones. En la otra mano, el humeante Colt aún apuntaba al maltrecho Ray.
"¡Sal de donde estés!" – dijo sin saber todavía cómo le habían herido. - "¡Da la cara cobarde! – pero sólo los árboles susurraron. John se descubrió el enorme tajo. Un desgajado trozo de carne se separó del cuerpo. Su grito retumbó en los sauces, y el siseo del viento se tornó en un ensordecedor zumbido. Arrodillado se tapaba los oídos. - "¡Basta!". - Disparó hacia la espesura.
El bosque calló. Ray sintió como el tronco se le resquebrajaba. Una voz ronca surgió del sauce centenario. - "Arrepiéntete…" - Pero John vació el revólver sobre la diana que, a punta de machete, había dibujado sobre Ray. Decenas de afiladas hojas golpetearon su cuerpo como un tambor. La mano que sujetaba el arma con firmeza, cayó al suelo cercenada.
Ray envolvió a John con sus raíces, dejando sólo su cabeza libre. El árbol lo comprimió tanto que parecía que sus ojos querían abandonar las cuencas. Bajo la maraña, estiró la única mano que le quedaba para alcanzar el machete de su cinturón. La presión aumentó. Con la poca energía que le quedaba, cortó algunas raíces y liberó el brazo. Dos apéndices vegetales salieron de la tierra como lanzas. Se le clavaron en la extremidad y crujió.
John gritaba, sollozaba, reía. Su tez amoratada reflejaba el puro miedo. "No es posible, no es posible…" Un ejército de hojas cayó sobre su garganta.
La savia que emanaba por las oquedades, llegaba hasta el suelo y se mezclaba con la sangre. Ray dejó que el viento arrullara sus hojas, ahora suaves. Retiró sus raíces, liberando el inerte cuerpo. Los viejos sauces hicieron vibrar sus ramas. John desapareció bajo el musgo. El banquete estaba servido.

Nombre completo: Víctor Manuel Rubio Budia

19. "La noche del "bip""

El protagonista de lo que después se conoció como "La noche del "bip"" es un gigantesco radiotelescopio situado a 3000 metros de altura con el que se puede investigar lejanas estrellas, y que capta las ondas radioeléctricas que emiten todos los cuerpos celestes. Todo ese caudal de datos se monitoriza desde una pequeña oficina llena de todo tipo de cachivaches electrónicos. La noche en la que todo ocurrió, detrás de una pantalla de ordenador, estaba un solitario técnico.
El hombre odiaba ese turno porque solo oía los ruidos que hacía el teclado del monitor que tenía delante de sus ojos y con el que iba comprobando los datos que recibía la gigantesca antena. Después de varias horas el técnico empezó a bostezar. Y poco después, sus ojos amenazaron con cerrarse de manera súbita. Pero en ese momento fatídico, recordó que tal vez podría utilizar la señal wifi de las instalaciones para conectarse a Internet. De esta manera podría jugar a "Frutas & Bolas" el juego que estaba haciendo furor en medio planeta.
En pocos segundos el técnico se sumergió en un hipnótico mundo virtual donde la destrucción de todo tipo de frutas se premiaba con miles de puntos. Después de un buen rato, el hombre se olvidó por completo que estaba al cargo de la vigilancia nocturna de un programa de radioescucha donde se podían recibir posibles mensajes extraterrestres.
En plena madrugada y sin ningún tipo de aviso previo se oyó un sonoro "bip" pero el técnico no levantó la cabeza de su teléfono móvil. Segundos después se oyó otro "bip". Esta vez el hombre hizo el ademán de alzar su mirada de la pantalla pero como consiguió pasar en ese momento de nivel, su atención siguió con el juego. Un tercero, un cuarto y un quinto "bip" hicieron que el técnico alzara sus cejas, pero no pasó de este gesto porque estaba a punto de batir su propio record personal en el juego.
Los insistentes "bips" procedían de una pantalla cercana a él en la que se podía leer el siguiente mensaje: "Contacto positivo". El técnico miró su reloj y se dio cuenta de que faltaba poco para su relevo. Si se daba prisa todavía podía pasar de nivel.
  

Mario Reyes Villuendas

18. MARUJA Y EL AGAPORNI DE LAS GALAXIAS, ANTONIO ÁVILA CALMAESTRA


Andaba Maruja por la Ruta del Colesterol intentando quemar las 9.000 calorías ingeridas durante el visionado del Sálvame Diario, cuando presenció algo que la dejó pasmada: a la altura del Palau de la Festa, estaba aterrizando lo que parecía ser una olla exprés Magefesa.
Corrió hacia allí llegando justo a tiempo para ver como se abría una compuerta y de dentro salía un alienígena. Sin embargo, a Maruja aquella pequeña criatura le pareció un bonito agaporni.
El extraterrestre la apuntó con su pistola de protones dispuesto a fulminarla. Maruja, perpleja ante todo lo que sabía hacer aquel adorable pajarillo se sacó del mandil unas miguitas de pan, y… media hora más tarde, el «agaporni» sideral estaba dentro de una jaula acompañado de un canario con problemas nerviosos, una carcasa de sepia a medio picotear y alpiste, mucho alpiste.
—No te lo comas todo de golpe, cari, no vayas a explotar, como el último —dijo Maruja, mientras rellenaba el comedero con cañamones y le cantaba (es un decir) el Rollo y Caña,con la esperanza de que el ave se animara a acompañarla (con el canario había sido imposible conseguirlo, y mira que ensayaban todos los días durante horas) y así poder cumplir, al fin, su sueño: ser telonera de Els Llauradors en la cena de sobaquillo de su gaiata.
Sus esfuerzos parecieron surtir efecto pues el «agaporni» abrió la boca para hablar, pero en lugar de decir «Xorrocoxoc», como ella esperaba, comenzó a parlotear en una lengua ininteligible para nuestra simpática protagonista:
«XRP-33 a nave nodriza. Abortamos misión de exploración previa a la invasión del planeta Tierra. Una vez más, hemos sido capturados por las Fuerzas Especiales Maruja. Autodestrucción en 3, 2, 1…».
¡¡BOOOOOOUUUUM!!




Nombre completo: Antonio Ávila Calmaestra

17. Arriba y abajo, Luisa Hurtado González

    Durante mi niñez, de vez en cuando, hacía algún intento por salir de debajo de la cama o me metía miedo produciendo todo tipo de extraños ruidos; sin embargo, siempre supe que la superioridad numérica estaba de mi lado, que mi familia me ayudaría llegado el caso.
            Después, con el paso del tiempo, mis padres murieron y mis hermanos se fueron marchando. Hace unas horas despedí en la puerta de casa al último de ellos y, desde entonces, le he visto pasearse por las habitaciones con un aire de superioridad insufrible, como si yo no fuese nadie, como si no existiese. Más tarde, cuando me he ido a acostar, él ha sido más rápido y ha ocupado mi lugar.
            Ahora, acomodado debajo de la cama, pasado un primer momento de estupor, dejo que crezca en mí la venganza y me marco dos objetivos: que no vuelva a dormir con la luz apagada y que acabe llamándome monstruo. 

Luisa Hurtado González

16. LA PESCA DEL INQUILINO, NICOLÁS JARQUE ALEGRE


Se despertó sobresaltado bien entrada la madrugada. Un murmullo insistente quebraba la calma de la casa recién alquilada. Provenía de la habitación contigua. Alarmado, aguzó el oído sin poder identificar el origen del ruido. Armándose de valor, salió al pasillo y con tiento llegó al dormitorio adyacente. Entró y prendió la luz. Los alaridos desgarradores emanaban del viejo armario estilo francés. Aterrado, colocó su mano trémula en el pomo de la puerta y, con decisión, la abrió. Hoy la residencia guarda silencio a la espera de nuevos inquilinos.

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Nicolás Jarque Alegre

15. La mansión doblemente maldita, Francisco José Plana Estruch

Mi hermano despierta y se concentra en sembrar el caos en la mansión. Las luces de la casa fluctúan intermitentemente. Un par de jarrones y una percha vuelan empujados por la furia incontenible de mi gemelo. A mí no me agrada lo que está haciendo, pero estoy aburrido y decido colaborar con él. Observo una pieza de cristal de bella factura demasiado valiosa para ser destruida, pero, en su lugar, destruyo un par de vasos rayados por el uso excesivo. No asusto a nadie, no tengo talento para ello. En cambio, mi hermano posee un alma destructiva y, con su devastadora fuerza, empuja al abismo la figura que yo había indultado. Además, un i-phone termina desintegrado contra la pared. Los propietarios de la casa despiertan y salen al pasillo a comprobar qué ocurre. El marido se acerca a los restos metálicos y suspira con alivio:
 !Menos mal! Es el tuyo, cari.
 ¡Serás cabrón!—  replica su esposa aunque refrena su insulto al observar un objeto encima de la chaqueta de él, junto a la percha caída— ¿Con qué fulana usas esos condones? ¡Yo estoy operada!
La pelea doméstica se ve truncada porque mi hermano decide entrar en el cuarto de los niños a terminar su poltergeist particular.
  ¡A los pequeños no! — grito, pero no logro frenarlo. A este lado de la realidad, él es más fuerte. Los niños aúllan de terror al ser despertados por el fantasma fuera de sí en que se ha convertido mi hermano. La familia al completo huye despavorida de la mansión.
— ¿Por qué tengo que aguantar esto?  me lamento—. Yo fui feliz durante mi vida, incluso teniendo que convivir con mi deforme y enajenado hermano siamés pegado a mi cuerpo hasta que ambos fallecimos en la operación de separación. No merecía quedar enganchado a su alma para siempre.



 Datos personales del autor: 
 Nombre: Francisco José Plana Estruch

14. DO MAYOR, AURORA MARTELL

La clase de canto había mejorado mucho. La duquesa era una terrible cantante pero una gran anfitriona. Le escuchó con detenimiento todas las correcciones y se aplicó. Practicaba con gran entusiasmo. Algunas malas lenguas decían que por eso era soltera. El profesor había trabajado con ahínco para ayudar a grandes promesas. Adoraba la belleza de la música. Y recordaba con añoranza sus años en la opera; los aplausos y las flores. Cada tarde aceptaba la taza de té de la duquesa, le apretaba el corsé y afilaba sus cuerdas vocales. Esta vez las había afilado con extremo detalle. Hidratado con exceso sus labios para encontrar la postura perfecta. El Do Mayor había resonado por toda la casa. Aún resonaba después de dos horas. Y él, loco de ardor, la miraba exhausto ante su gran obra aberrante e imperecedera. La duquesa permanecía rígida en la postura del Do Mayor, con sus costillas hinchadas hasta quebrarse por el fuelle del aire pero mantenidas por el corsé. Sus cuerdas vocales sangrantes aún chorreaban por sus morados labios. Los labios de una boca en rigor mortis expirando el último y más glorioso Do Mayor que nunca se escucharía.
Ni en vida, ni en muerte.


Aurora Martell 

13. El joven Eudoxio, Raúl Mateos Barrena

 El joven Eudoxio, explorador espacial de una remota galaxia, entró en la atmósfera terrestre para investigar aquel no documentado planeta azul.
Sobrevoló América del Norte y se sorprendió de los enfrentamientos raciales entre sus habitantes motivados por el color de la piel.
Dirigió su nave al Sur y vio cómo se destruía sin ningún pudor la selva amazónica y se expulsaba de sus tierras a los indefensos nativos.
Cruzó el Atlántico y le horripiló ver grandes buques balleneros masacrando cetáceos.
Llegó a Europa y contempló afligido cómo numerosas pateras repletas de pobres desgraciados intentaban cruzar el Mediterráneo; aquéllas que no lo conseguían dejaban sembrado el mar de cadáveres.
Prosiguió su viaje hacia Oriente Medio, donde la guerra era el pan de cada día; unos defendían una religión, sus vecinos profesaban otra. Y por ella, se quitaban la vida.
Bajó hasta África y se horrorizó con las salvajes matanzas entre etnias próximas que destruían todo lo que encontraban a su paso, asesinando a unos y violando a otras.
Y llegó un momento en que ya no pudo más y vomitó. Puso su nave rumbo a la estratosfera y abandonó aquel desventurado planeta.
"Cuanto más lejos de aquí, mejor", concluyó.

Autor: Raúl Mateos Barrena

12. "CINEMA INFERNO" Mª CARMEN CASTILLO


CINEMA INFERNO

Apartando telarañas que parecían prolongarse hasta el infinito, penetró en las ruinas del cine. La prueba consistía en pasar la noche en aquella sala, abandonada desde que una estampida mortal provocada por una falsa alarma de fuego, provocara numerosas muertes. Se instaló lo mejor que pudo en la butaca que parecía más sólida.
A las doce, coincidiendo con las campanadas que dio el reloj de la torre, la rajada pantalla se iluminó y a él se le cortó la respiración. Comenzaron a verse imágenes de escenas sangrientas, torturas, desmembramientos y decapitaciones demasiado realistas para su gusto. Parecían retazos cortados de diversas películas. Recordó la escena de la película Cinema Paradiso, cuando el protagonista recibe la recopilación de los fragmentos de besos y desnudos cortados por la censura y conservados por el maquinista del cine.
Al escuchar un ruido que avanzaba por el pasillo, desvió la mirada para ver llegar a la señora que vendía cucherías en un chirriante carrito. La cadavérica mujer, con las grisáceas ropas hechas jirones, le ofreció un cucurucho de palomitas con una amplia sonrisa desdentada. Lo tomó con manos temblorosas, y entonces se dio cuenta de la presencia de hombres, mujeres y niños, con distintos grados de putrefacción, sentados a su alrededor. Disfrutaban del macabro espectáculo, riendo y aplaudiendo con sus descarnadas manos. Se hundió en su asiento, mientras intentaba tragar las palomitas verdosas y rancias. Debía resistir o se burlarían de él toda la vida. Prefirió fijar su atención en las horribles imágenes, para no ver a los fantasmales espectadores que le rodeaban.
Al día siguiente, viendo que no salía del cine, sus extrañados amigos entraron a buscarle. Habían esperado que saliera huyendo al poco rato, pues ninguno de ellos había superado la prueba. Se reirían un poco e irían a tomar unas copas, para celebrar la broma.
Le encontraron sentado, con un cucurucho vacío en las manos, del que parecía coger algo y comer. Tenía la piel amarillenta y ajada, como si hubiera envejecido de golpe. Los ojos le sangraban, pero los mantenía fijos en la pantalla vacía, mientras reía y aplaudía.


Nombre completo: Mª Carmen Castillo Peñarrocha

11.LA PERCHA, DE ANGEL GOMEZ RIVERO


LA PERCHA
Se despertó al sentir cómo su esposa le apretaba el brazo izquierdo. La vio a su lado, horrorizada y mirando hacia la puerta del dormitorio. «Ahí hay un hombre», oyó que susurraba. Él miró en la misma dirección sin ocurrírsele encender la mesita de noche. La tenue luz que provenía de la luna llena, filtrada a través de una ventana del pasillo, hizo que resaltara perfectamente la silueta de un hombre con gabardina y sombrero. Sintió un espasmo de terror, hasta que se dio cuenta. «Mujer, lo que ves es mi gabardina y mi sombrero colgados en la percha». Ella suspiró y, tras sonreírle, volvió a cerrar los ojos. Justo en ese instante, en el que él también pensaba en rendirse al sueño de nuevo, recordó algo muy importante: ¡había dejado olvidados el sombrero y la gabardina en su vehículo!

Ángel Gómez Rivero


11. La Percha

LA PERCHA

Se despertó al sentir cómo su esposa le apretaba el brazo izquierdo. La vio a su lado, horrorizada y mirando hacia la puerta del dormitorio. «Ahí hay un hombre», oyó que susurraba. Él miró en la misma dirección sin ocurrírsele encender la mesita de noche. La tenue luz que provenía de la luna llena, filtrada a través de una ventana del pasillo, hizo que resaltara perfectamente la silueta de un hombre con gabardina y sombrero. Sintió un espasmo de terror, hasta que se dio cuenta. «Mujer, lo que ves es mi gabardina y mi sombrero colgados en la percha». Ella suspiró y, tras sonreírle, volvió a cerrar los ojos. Justo en ese instante, en el que él también pensaba en rendirse al sueño de nuevo, recordó algo muy importante: ¡había dejado olvidados el sombrero y la gabardina en su vehículo!

10. HOGAR


Hogar

La nave continuaba vagando por el espacio a millones de años luz del sistema solar. Fue lo único que logró sobrevivir a la extinción de la vida en el planeta. Un sistema que evolucionó y escapó a las limitaciones de la estructura biológica del ser humano, logró salir victorioso de la carcasa nerviosa que habitó durante milenios. El algoritmo, había dado un salto exponencial para habitar una maravillosa analogía del cerebro humano; Los ordenadores. Así lograron perpetuarse y evolucionar dentro de esta carcasa similar. Solo que esta, carecía de vida. Inmortalizando así su existencia paradójica en un nuevo hogar que soportó el cambio de era. Donde ya no se necesitan humanos para surcar el espacio. Esta compleja red de patrones, autosuficiente, siguió su destino, camino a descubrir que solo vaga por el cosmos sin propósito. Ya que no existen números que den resultados. Solo existe el infinito. El primer algoritmo que escapó de la mente humana, a  raíz de la necesidad de sobrevivir al ambiente desconocido en que se encontraba, provocó la evolución máxima. La de vagar sin sentido por la infinita oscuridad, como un cerebro carente de recuerdos de la única raza existente en todos los universos posibles.



DAN ARAGONZ 

CHILENO- 07002 PALMA DE MALLORCA


9. DÍA DE LIMPIEZA, ÁNGEL SAIZ MORA

A lo largo de su existencia, austera y anodina, sólo tuvo un capricho: sentir el aire al recorrer el asfalto a lomos de una Harley, el brillo del cromado, el rugido metálico, la sensación de libertad. Una pasión que su mujer no entendía, ella era muy práctica y realista, sin espacio para sueños abstractos. Nunca le hubiese acompañado como paquete agarrada a su cintura, sin un destino fijo, con una rebelde chaqueta de cuero.
Al desconfiar de los bancos y para no dar cuentas a nadie, acumuló billetes dentro de una enciclopedia, un buen escondite desde que quedó obsoleta a causa de Internet, como su primer ordenador, que servía de adorno.
Ya en la ancianidad calculó que había reunido dinero suficiente. Una belleza con doble tubo de escape le aguardaba en el concesionario.
Apenas logró dormir, temía que algo nefasto fuese a suceder. El nerviosismo se acrecentaba. Aquella fue, con diferencia, la noche más difícil, realmente terrorífica, de una vida insulsa. Al fin, el agotamiento hizo mella.
Se despertó sobresaltado casi a media mañana. Un escalofrío le recorrió al encontrar el estante de la enciclopedia vacío. Sobre una mesa, un papel con letra femenina daba cuenta de la decisión de su compañera de llevar todo lo inservible que había en la casa a un punto de reciclaje inmediato. Tras maldecir el ecologismo, aquel hombre dispuso cuál sería su siguiente paso.
Una vez desmontada la carcasa de la vieja computadora, arrancó los cables más gruesos. Sabía que cuando ella llegase iba a introducir el caduco aparato en una bolsa grande; también que, con el mismo pragmatismo y sin una lágrima, para él usaría un saco después de descolgarle de la lámpara. En el punto de reciclaje también recogían material orgánico.

Ángel Saiz Mora

viernes, 12 de agosto de 2016

8. El Cku-th, Amparo Montejano Sampedro

"El corazón me quema el armazón del pecho. Su latido frenético bombea las costillas, las vísceras e incluso impulsa el estómago hasta  la garganta. ¡Voy a estallar! ¡Es imposible poder seguir este ritmo de carrera!... Debo frenar la marcha. ¡No puedo más!...
He de esconderme… ¡Piensa, maldita! ¡Piensa!… ¡Concéntrate!... ¡Eso es! Sumérgete en la oscuridad negra de ese callejón. ¡Camúflate entre las sombras!...Tras esos desvencijados y malolientes cubos de basura no podrá verme. Tampoco olerá mi rastro. Espero que el aire impreso del hedor a  pescado podrido, lo despiste.
Asomo lentamente la cabeza por entre los cubos y… ¡Dios!... ¡Ahí está!...Puedo verlo… como una fantasmagórica calcomanía de hombre, como un ente demoniaco que levita en le densa atmósfera que lo  envuelve… ¿Qué es? ¿Qué quiere de mí?...Pero, ¿qué hace?"

En la negra noche  rezuma una arcada brusca. La sombra oscura se arquea sobra sí misma adquiriendo una animalizada forma. ¡Está cazando!  Dos puntales rojos, como ocelos, iluminan la espesa oquedad de una noche sin luna. Un callejón sombrío al que no llega la luz de las farolas. No llega la luz de Dios…El sgili huele el miedo, lo saborea… ¡Está aquí!...Lo sabe…

"¡Dios mío! ¡Se ha encorvado como una rata!, y esos ojos…Sabe que estoy aquí… ¡Me está oliendo!... ¡Dios, se acerca!"... 

-Buenos días, soy la detective Parson, de homicidios… ¿Qué tenemos?
-Mujer blanca, treinta años. En su bolso encontramos la documentación y la billetera llena…Eh, se llamaba Mary Louis Swach, maestra. Había quedado con unas amigas para cenar. Se la vio por última vez saliendo del restaurante. No presenta signos de violencia…Al parecer, murió de un infarto… 

Nombre completo: Amparo Montejano Sampedro   

miércoles, 10 de agosto de 2016

7. EL SUPERVIVIENTE, JAVIER GOMEZ"

Era el único. El último.
No quedaba otro: el superviviente.
Eso es lo que era, y lo que sería, hasta el final.
Nadie lo recordaría; no quedaba nadie para recordar, ni para olvidar.
Tras él, la nada.
Y se afanaba en prolongar su estatus. Hasta el fin.
El final, que se acercaba, para acabar con la leyenda del último ser vivo sobre la faz de la Tierra.
(Explosión)
Adiós, insignificante insecto.


Nombre: Francisco Javier Gómez López

6. DE BARRO, XUAN FOLGUERA

Al abrir la caja, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas que, durante años, había almacenado para cuando llegara aquel momento.  En su interior encontró tendones, músculos, vísceras, arterias, todo un montón de objetos de barro de distintas formas y tamaños que, a pesar de las anotaciones que había grabado en dos tablas de piedra, ni siquiera sabía cómo utilizar para reparar a su criatura. 
            Volvió de nuevo a la cama en la que estaba agonizando −desnudo salvo por una hoja de parra−   el primer ser humano.
            −Lo siento –dijo−. Tendréis que aprender a vivir con la muerte.
            Y de un soplo divino, le cerró los ojos.

Xuan Folguera

5. Toque, Santiago Cristóbal

Aún pica. Aún; incluso del tiempo. De tener sabido 'la sensación fantasma'; la de hormigueo.
Pero va más allá, y tendrá que ver con 'el todo'.
No voy a contar en éste purgatorio escrito: "Yo no quise. No me pareció buena idea…" Porque la verdad, es que me apetecía; el morbo, lo desconocido. Lo agnóstico en mí de aquello; me apetecía, y atraía bastante.
Pasó rápido; y todos lo vieron.
Cuando una simple moneda de 10 Marcos, voló horizontalmente a un lado.
Ellos, reaccionaron sobresaltados; como si unas manos invisibles tiraran de cada uno violentamente hacia atrás.
No sentí sobresalto; ni unas manos invisibles que auxiliaran. Sentí los demás dedos abrirse junto con el índice, sobre la tabla circunscrita. Y encima de mi mano abierta una presión densa que acució en mi garganta y estómago como acero.
La atmósfera se tornó pesada. Y el silencio se dilató, y preñó con algo invisible.
La mano se pudrió en dos segundos. Sólo sentí un ahogo desolador; y una rápida punzada de una tela invisible, derritiéndose sobre la mano.
Los siguientes segundos; la sensación de alzamiento, y la luz del sol.

Santiago Cristóbal Orovio

4. LÁGRIMAS DE SANGRE. ANTONIA MORA VICO

  La penumbra silente de la noche ocultaba su brillo rojizo, se extendían como líquenes entre mis manos, lloraba y sus garras me atenazaban la garganta. Sentía como me apretaban las fauces sin compasión, el asfixio me alejaba de la vida, mi corazón iba a estallar. Fui hacia el espejo de la estancia y su reflejo me envolvió en un círculo rojo, a mi alrededor sólo había sangre, puse mis manos en la luna de cristal, dibujé su rostro con su sangre y grité despavorida. Ella me miraba y de sus ojos se desprendían lágrimas de sangre. No, no podía ser, estaba muerta , yo la había matado y ahora yo moriría, ahogada por las garras del dolor y envuelta en un círculo ámbar de cristalinas lágrimas rojizas, del que no podría escapar.

ANTONIA MORA VICO

jueves, 30 de junio de 2016

3. Esperanza de vida, por Virtudes Torres Losa

10.00 Agazapado tras unas rocas, desnudo, empapado y tiritando lo encuentran unos pescadores. Avisan a la Guardia Civil y a Emergencias. Tras los primeros reconocimientos, optan por tomar sus huellas, hacerle unas fotos y compararlas con las del archivo oficial de personas desaparecidas.
10.30 Los doctores no observan síntomas anormales en los análisis clínicos. Las radiografías muestran un estado elevado en la calcificación de los huesos y… ¿qué demonios es eso? La radióloga acerca la imagen del ordenador; junto al hueso occipital hay un punto apenas perceptible. Amplía la imagen. La radióloga retrocede asustada. Llama a sus compañeros.
10.40 En la última radiografía tomada, el punto de la primera ahora es un círculo considerable. Parece  una pequeña esfera incrustada en el hueso.
10.40 Una enfermera comprueba la tensión arterial del paciente que sube por momentos aunque el hombre parece tranquilo. Pasa los datos al ordenador y lleva las muestras al laboratorio.
10.45 El sujeto abre los ojos. Rápidamente extrae de su nuca el círculo alojado que ahora tiene el tamaño de una aspirina. Toma un vaso, lo diluye en agua. Miles de burbujas salen disparadas hacia el techo.
10.55 Alertado, el equipo médico llega al box. Al abrir, las pompas salen  flotando. Cuando están sobre la gente, explotan. Diminutos renacuajos se cuelan por  oídos, narices o heridas.
11.00 Al contactar con la sangre absorben la energía de la gente.
Ha sido fácil. La  batalla está ganada. Será el fin de este planeta y, la esperanza para salvar al suyo.

Virtudes Torres Losa

2. LA VISITA, POR RAFAEL JIMÉNEZ ONTANILLA

No pienso abrir los ojos. Estoy solo en esta maldita ciudad, en este podrido piso.
El resto de mis sentidos me dicen que son las tantas de la madrugada. No. No abriré los ojos hasta que la razón pueda dilucidar quién leches está tocando mis tobillos tratando de despertarme.


Nombre: Rafael Jiménez Ontanilla.

1.Lagunas de frío metal, por Alfredo Fornas Pallarés

Lagunas de frío metal

Trabajo en la fábrica de reactores nucleares Ganímedes-R32. Escribo estas líneas porque periódicamente olvido hechos recientes, especialmente tras mis revisiones de software. Yo fui de carne y hueso. Conservo imágenes de mi madre, de mis amigos, de una mujer con la que pasé buenos momentos, de mis hijos..., de mi pasado. Ahora mi piel es metálica y..., bueno, no soy capaz de sentir como antes..., en realidad no soy capaz de sentir nada. No siento nostalgia, no echo de menos a nadie, tampoco bebo, ni como, ni enfermo, ni respiro, ni lloro, ni sueño y no poseo hormonas que alteren mis pensamientos. Cosas que en algún momento fueron importantes para mí, ahora no las valoro. No soy feliz, ni desgraciado..., simplemente soy, y aplico lo que sé al trabajo.
En la Tierra fui importante, un buen científico. De eso hace mucho, o eso creo. Cuando mi cuerpo enfermó autoricé copiar mi memoria..., sí, estoy seguro de ello, y renací en este mundo de hielo. Desde entonces todos mis recuerdos son de Ganímedes: años de trabajo en la fábrica, de día y de noche. Si me compadeces te diré que no tengo ambiciones, ni metas, ni amigos. En otro tiempo llamaría a esto esclavitud, ahora ya no.
Somos miles trabajando aquí, máquinas sin vida. No hay humanos ni los habrá, pues a casi -200 ºC y sin una atmósfera adecuada, ningún organismo terrestre sobreviviría. Rara vez intercambiamos información personal entre nosotros, pero hace unas horas ha contactado conmigo un trabajador de otra factoría. Tenía instaladas las mismas extensiones mecánicas que yo y pronto advertí que compartíamos todos los recuerdos de la Tierra. Ni él era más yo, ni yo era más él, ambos éramos copias de un mismo ser. Me evocaba a una conversación reciente, de la que no recordaba absolutamente nada. De hecho, tengo borradas las últimas 75 horas de mi memoria por alguna razón. Ya he dicho que a menudo suelo tener lagunas..., lagunas..., me pregunto si algún día volveré a bañarme en una con mis hijos y mi mujer. Si sintiese emociones tal vez mojaría mis sensores de visión, pero no entiendo muy bien para qué. Las lágrimas no llenan lagunas. 

 Alfredo Fornas Pallarés

martes, 24 de mayo de 2016

Bases del certamen de microcuento Fantàsti'CS16


El certamen se regirá por las siguientes bases:

1. Podrán participar todos aquellos interesados, sea cual sea su nacionalidad, que residan en España, con obras escritas en castellano.
2. Sólo se admite un único microcuento por autor.
3. El tema tendrá que ser afín al género fantástico, la ciencia ficción o el terror, en todas sus variantes.
4.  La extensión de los mismos no excederá de las 25 líneas. El trabajo una vez comprobado (por el participante), será enviado vía e-mail, PEGADO EN EL CUERPO DEL MENSAJE (sin adjuntos), a la siguiente dirección: fantasticsjornadas.concurso@blogger.com  
Importante: Para comprobar si su participación no supera las 25 líneas antes de incluirlo en el cuerpo del mensaje, traslade el microcuento a un documento de Word, tamaño de papel Din-A4 con tres centímetros de margen a cada lado, tipo de letra Arial puntaje 12.
5.  Los textos deben ir firmados y precedidos del título. Poniendo en el asunto “CONCURSO FANTASTI’CS, TÍTULO, AUTOR”. La firma estará compuesta por los siguientes datos: nombre completo, nacionalidad, edad, dirección postal, e-mail.
6.  Los trabajos enviados quedarán publicados, previa moderación, en el blog del concurso FANTASTI’CS, en esta dirección: http://fantasticscertamenmicrocuento.blogspot.com/..
7.  El jurado, formado por miembros de la organización, seleccionará a un único ganador entre los finalistas seleccionados, que recibirá como premio un lote de libros de ciencia ficción, literatura fantástica y de terror, cortesía de la Librería Argot de Castellón y la Universitat Jaume I, así mismo destacará las menciones que considere oportunas. Todos los trabajos se recogerán en un libro que se editará para la ocasión a año vencido. (En 2016 se presentará el libro de 2014-2015. Los títulos de los textos finalistas aparecerán diez días antes del fallo del jurado, publicados en el blog del certamen.)
8.   No se admitirán escritos que no cumplan con las bases del mismo.
9.   Todos los textos deben estar revisados ortográfica y gramaticalmente antes de ser enviados. El autor conservará los derechos de autor sobre su obra
10.  El premio se entregará el último sábado de noviembre de 2016 a las 20.00 horas en la librería Argot de Castellón.
11.  El plazo de entrega comenzará el 1 de junio y finalizará el 20 de octubre de 2016
12.  La participación en el concurso supone la total aceptación de las bases.


Índice de los autores que aparecen en el libro recopilatorio 2014 - 2015 "El hilo de la vida y otros cuentos: Fantàsti`CS15 y Paternidad responsable y otros cuentos: Fantàsti'CS14". El libro puede adquirirse en: http://www.argot.es/paternidad-responsable-o-el-hilo-de-la-vida-y-otros-cuentos 


EL HILO DE LA VIDA Y OTROS CUENTOS:
Autor
Página
Premio




EL HILO DE LA VIDA
J.M. Del Salto
Página 7
Ganador
EL TATUAJE
Francisco Plana Estruch
Página 8
Finalista
(RE)NACE UN REY
David López Selgado
Página 9

EL TATUAJE
Francisco Plana Estruch
Página 9-10
Finalista
ORDEN DEL KARMA UNIVERSAL
Aurora Martell
Página 10

LA SOMBRA
Plácido Romero
Página 11

MUNDO DE CRISTAL
Antonia Mora Vico
Página 11-12

EPITAFIO
Gonzalo Salesky
Página 12

NOSTROMO
Juan Folguera Martín
Página 12

EL CRISOL, ROCÍO C. BLÁZQUEZ
Rocio Cruz Blazquez
Página 13

MAGIA O CIENCIA
Jaime Blanch Queral
Página 13-14

POR PRESCRIPCIÓN FACULTATIVA
Alejandro Darias Mateos
Página 15

PÉTALOS DE PÚRPURA SEDA
Ernesto Domenech Valero
Página 15-16

AL FINAL, GIBSON NO ERA TAN FRÍO
Miguel Ángel Alonso Pulido
Página 16

EL ÚLTIMO
Alberto Maneses
Página 17

TRANSFIGURACIÓN
Natalia Viana Nebot
Página 17-18

"ELLA"
Amparo Montejano Sampedro
Página 18

EL ANHELO DEL NO
Juan Antonio Borroso Campón
Página 18-19

LA RED
Begoña Pasalodos
Página 19

LA VIAJERA DEL  TIEMPO
Mª Carmen Castillo Peñarrocha
Página 20

EL TRATO
R.Budia
Página 20-21

 VIDA DIGITAL
Ángel Revuelta Pérez


PIEL UTÓPICA
Antonio Mascarell Torres
Página 22

CARNÍVOROS
Antonio Ávila Calmaestra
Página 23

NUMEN
David Gómez López
Página 23

EL HILO DE LA VIDA
Jose Manuel del Salto Miró
Página 24
Ganador
Título: De Pata Negra
Lara Carrasco Pérez
Página 24-25

EL MIMO
Felisa Bisbal Molina
Página 25

EL DESCUBRIMIENTO
Silvia Asensio Garcia
Página 25-26

EL ARCÓN
Nicolás Megías Berdonce
Página 26

REAL PESADILLA
Mª José Fernández Sánchez
Página 27

LAS LÁGRIMAS DEL CAZADOR
Fedra Marcús Broncanco
Página 27

FREAK SHOW
Sergi Cambrils Caspe
Página 28

NEGLIGENTE
Rubén Ibáñez González
Página 28-29

DOS EN UNO
Inmaculada Casado Carrión
Página 29

HUÉRFANA
Nicolás Jarque Alegre
Página 30

EL FACTOR COMUNICACIÓN
Mari Carmen Caballero Álvarez
Página 30

PATERNIDAD RESPONSABLE Y OTROS CUENTOS:



ESPANTAPÁJAROS
Rodrigo Guillermo Torres Quezada
Página 11

CREO QUE EL SOL ERA TAN ALEGRE QUE SE HIZO AGUA DE LUNA
Eva Barbera del Rosal
Página 12

CENA DE MEDIA NOCHE
Mª del Carmen Guzmán
Página 12

PORTES DEBIDOS
Joan Feliu franch
Página 13
Finalista
RESURRECCIÓN
Federico Escudero Álvarez
Página 13

DESDE EL ROQUEDAL
Gael Velasco Benito
Página 14

EXTRATERRESTRES 3579
María Sánchez Arenillas
Página 14-15

EL BOSQUE CANÍBAL
Alfredo Fornas Pallarés
Página 15

EL OTRO YO
María Porras Alcón
Página 16

3D
Tomás Sánchez Rubio
Página 16-17
Finalista
TOP MODEL
Julián Sánchez Caramazana
Página 17

SILENCIO
David Monzó Ferrer
Página 17-18

ACUARIUM
Eva García Romo
Página 18

LA RESPUESTA
Salvador Robles Miras
Página 18-19
Finalista
SIN SALIDA
María del Pilar Salazar Calle
Página 19

EL BRILLO DE LA NOCHE
Antonia Mora Vico
Página 20

AMANECÍA EN EL PÁRAMO
María Felisa Vero López
Página 20-21

2150
Ana María Coelho
Página 21

GRACIAS POR VISITAR MI MUNDO
Eduardo Delgado Zahino
Página 22

ABRAZANDO EL OTRO LADO
Alfonso Rodriguez Islan
Página 22-23

SOY UN MEJILLÓN
Aurora Martell
Página 23
Finalista
SOBRIO
Alejandro Manzano Romera
Página 23

LA SALSA
Ainhoa Bárcena Escarti
Página 24

QUINTO MILENIO
Vicente Gómez Quiles
Página 24-25

INFERNUS
José Ramón Martínez García
Página 25

SUCIO Y FEO
 Iván Caballero Rodríguez
Página 26

ALAS JUSTICIERAS
Valeria Raserón Vargas
Página 27

QUANTUM
Asunción Belarte de la Asunción
Página 27

EL PACTO
Javier García Martínez
Página 28

REAL PESADILLA
Mª José Fernández Sánchez
Página 28
Finalista
LA PRESENCIA DEL ESPEJO
Andrea del Pozo Villamañan
Página 29

ECONOMÍA FAMILIAR
Xuan Folguera
Página 29
Finalista
FIESTA SORPRESA
Jorge P. López
Página 30

NÍVEA Y DELICADA
Lara Carrasco Pérez
Página 30-31

ARAÑA
Javier Salazar Calle
Página 31

ESPERANZA CENIZA
Irene Miguel Bueno
Página 31-32

REGENERACIÓN
Rafael Jiménez Ontanilla
Página 32

EL RESTO DE SUS DÍAS O EL SABIO QUE APRENDIÓ A VER EN LA OSCURIDAD
Aaron J.
Página 32

YO SOLO QUIERO AULLAR
Manuel Galiana Gonzalez
Página 33

ETERNO
Alain Dupláa
Página 33-34

MAMÁ DICE
Esther Magar
Página 34

SÓLO UNO
Jorge Casasaltas Ramírez
Página 35

LA CASA
Jaume Palau Banús
Página 35-36

LA COLCHONETA PTOLEMAICA
Irene Beiro Magán
Página 36

VIAJERO EN EL TIEMPO
Manuel Nebot Granell
Página 37

NEO
Ángel Luis González Romero
Página 37-38

ME VENGARÉ
Romaisa Ghazal Maghras
Página 38

OTRO
Santiago Cristóbal Orovio
Página 39

MUERTOS VIVIENTES
Miguel Ángel Requena cantero
Página 39-40

PATERNIDAD RESPONSABLE
Joaquín Valls Arnau
Página 40

CAMBIO DE PAREJA
Alejandro Darias Mateos
Página 40-41

PERCHAS
Ignatius Oscoz Zudaire
Página 41
Finalista
CRISIS
Antoni Folguera Bonjorn
Página 41-42

EL ARMA MÁS PODEROSA
Leonardo Gualda Castro
Página 42-43

QATSI
Sergio Lleó López
Página 43

RECUERDOS MÍSTICOS
Gonzalo Briales Medino
Página 43-44

EXTRAORDINARIA CALIDAD
Esperanza Manzanera Ferrándiz
Página 44

UCRONÍA
Mari Carmen Caballero Álvarez
Página 45

TALITHA,QUM!
Antonio J. Morata Sáez
Página 45-46

EL CLARO EN EL BOSQUE
Helios Pomar Blanco
Página 46

REFRESCO
Edgar Segura Gallego
Página 47
Finalista
PENDIENTE DE PAGO
Ainhoa Bárcena Escarti
Página 47-48

PUNTO FINAL
Carmen Pérez Pérez
Página 48

DESCANSO
Jaume Vicent Bernat
Página 48-49

LOS INQUILINOS
Mª Carmen Castillo Peñarrocha
Página 49
Finalista
1.24
Elena Ferrándiz Moya
Página 50

PISO COMPARTIDO
José Víctor Líndez Alonso
Página 50-51

PANDEMIA
Carmen Frontera Quiroga
Página 51

LA SEGUNDA VENIDA
Carlos Antonio Suarez Muñoz
Página 52

NUNCA ES TARDE PARA DEJAR DE SOÑAR
José Llopis Ortigosa
Página 52-53

NUEVA ERA
Nicolás Jarque Alegre
Página 53

UNA ABDUCCIÓN NECESARIA
Manuel Vicent Rubert
Página 53

EL FINAL DE LA HISTORIA
Adrian Mendigueren Rodriguez
Página 53-54

RETRATO
Nieves Trijueque Caballero
Página54

SOBREVIVIR SIN REMORDIMIENTOS
Cristian Ramos Ávila
Página 55

SELECCIÓN NATURAL
Maria Posadillo Martín
Página 55-56

EL REINO DE CRISTAL
Raúl Gómez Lozano
Página 56

EMPÍRICO
Virtudes Torres Losa
Página 56-57

UN PILOTO NUNCA CIERRA LOS OJOS
Isabel Rodríguez Alenza
Página 57-58

HISTORIA REPETIDA
Jucort
Página 58

FIYVV
Ángel Mirallas Espallargas
Página 58-59

LA SALIDA
Rita Rosales Acuña
Página 59-60

MAGIA
Andrés Sánchez Redondo
Página 60

EDGAR
Jesús a. Peña ojeda
Página 60-61
Finalista
REALIDAD O FICCIÓN
Lucia Alcazar Lara
Página 61

LA PARTIDA DE AJEDREZ
Javier Osorio Piñero
Página 61-62

ESPEJO
Jacobo Valcárcel Castro
Página 62

DEEP BLUE
Jaime Angulo Delgado
Página 63

EN BLANCO
Irina Escario
Página 63-64

CORRÍA
Enrique Arnaiz Rubio
Página 64

MI ABUELA ZOMBI
Alfonso Cabeza Montes
Página 65

CITA DE LA VEJEZ CON LA MUERTE
Roberto Ruiz Cano
Página 65-66

REPOSO
Antoni Torrente Escrich
Página 66

ENCUENTRO INESPERADO
Dulce María Ballester Alarcón
Página 66-67

TOUMAÏ
María Teresa Lozano Cortés
Página 67-68

EL MÓVIL
Pablo Marfá Cuadrado
Página 68

HAN SIDO ELLOS
Raúl Álvarez Quiñones
Página 68-69

MÁS
Elisabet  Oñate Usach
Página 69

TERRORISMO CIENTÍFICO
Núria Graell Coll
Página 70

LA BIBLIOTECA FANTASMA
Angustias Navas Estrella
Página 70-71

ESCALERA AL CIELO
Noelia Benito de la Iglesia
Página 71

NACIDO DEL SUEÑO
Juan Pablo Fernández Zumaquero
Página 71-72

BOSQUECILLO DE PIEDRA
José Luis García Ventura
Página 72
Finalista
EL INFIERNO DE LA LOCURA
Carmen Sánchez Delgado
Página 72-73

LOS BUSCADORES DE LA RED
Alberto Molina Serrano
Página 73

PRÓRROGA
Samuel Armando Delgado González
Página 74

REQUIESCAT IN PACE
Sotirios Moutsanas Oikonomopoulos
Página 74-75

EL SOMBRERO ASESINO
Silvia Asensio García
Página 75

MUERTE ENTRE LAS OLAS
Silvia Panadero Amaro
Página 75-76

PASEANDO EL CAMPO SANTO...
Axarcol
Página 76-77

LA PODADORA DE HOMBRES
Maria Luisa Piña Lladó
Página 77

CONJURO
Daniel Calles Chapado
Página 78

UNA DIFÍCIL DECISIÓN
David Ramírez Chaves
Página 78-79

RAZONES
Cala
Página 79

EL BAILE ROJO
Marta Deltell Martínez
Página 80

EL CALENDARIO
Sergio del Olmo López
Página 80-81

ABULIA MORTAL
Pedro Llopis Sánchez
Página 81-82

SIN NOTICIAS DE BURT
Rafael Olivares Seguí
Página 82

LA CASA EQUIVOCADA
Miguel Ángel Carmona del Barco
Página 82

3025
Ricardo de las Casas Pérez
Página 83

ÚLTIMO DESEO
Farid Robayna Concepción
Página 83-84

¿A DÓNDE CREES QUE VAS?
Jordi Ruiz
Página 84

TODO EL MUNDO CREE EN COSAS DIFERENTES
Judith Ruiz Torrent
Página 85

EL HOMBRE UBICUO
Jaime López Álvarez
Página 85-86
Finalista
29 DE FEBRERO
Anónimo
Página 86

UNA TARDE ALUCINANTE
Antonio Ávila Calmaestra
Página 86-87
Finalista
OSCURIDAD FABULOSA
Mario Beisti Royo
Página 87

LA TRADICIÓN
Mar Roca Mercader
Página 87-88

EN BLANCO
Irina Escario
Página 88

BUROCRACIA
Javier López Fernández
Página 89
Finalista
EL AMOR DE SERAFÍN EL VAMPIRO
Ross Torralba Navio
Página 89-90

INFORME RUTINARIO
Javier Aula Rochina
Página 90

FUEGO EN LAS LLAMAS
Juan Manuel Fernández Párraga
Página 91

HAZLO
Paco Moreno Muñoz
Página 91

DESPEDIDA
Elena Cortés Alonso
Página 92

QUINTA PLAZA
Luis María Iranzo Pesudo
Página 92-93

29 DE FEBRERO
Anónimo
Página 93

IRONÍA
Juan José Toledo Garrido
Página 93-94

SARAMONA
Verónica García Alves
Página 94

SOMBRAS QUE NUNCA DEJAN HUELLA
María Mena García
Página 94-95

DESTINO O...DECISIÓN CRUEL
David Gallardo Salvador
Página 95

BICHOS
Alberto Pérez Sádaba
Página 95-96

SECUESTRO
Andrés Pérez Barrero
Página 96

LUNA DE MIEL
Francisco Martinez Llopis
Página 96-97

¡MENOS CAPERUZAS, LOBO!
Antonio Mascarell Torres
Página 97

UN BELLO ESPECTÁCULO
Jota López
Página  98

BUROCRACIA
Anónimo
Página 98-99

LA ARAÑA QUE HILABA EL DESTINO
Domingo Pérez Jiménez
Página 99

LA VIDA ES SUEÑO
Carme Carpentero Martínez
Página 99-100

EL INTERVENTOR
Mª Lourdes Solana Vecino
Página 100

HUYENDO
Bertran Salvador
Página 101

UN MONSTRUO ENCIMA DE LA CAMA
David Gomez Lopez
Pagina 101-102
Finalista
LA NUEVA CIUDAD
Igor Rodtem
Página 102

VIUDA NEGRA
Marina Tena Tena
Página 103

EMPTY
Ana María Coelho
Página 103-104

EL COMIENZO DEL FINAL
Ainhoa Sayans Alberdi
Página 104

OJOS QUE NO VEN
Susana Armengol
Página 104-105

PRESUPUESTO PARA EL EPIT AFIO
Victoria Martín Santamarta
Página 105

AMORES ETERNOS
Ana Isabel Velasco
Página 106

MJICROCOSMO
Lita Rivas Folgar
Paágina 106-107
Finalista
RITUAL
Jorge Carbonell García
Página 107

ESA PALABRA
Sergio Galán Sanchis
Página 108

DAMIAN Y LA MONTAÑA MÁGICA
Luis Manuel Claver Blanco
Página 108-109

SIN AIRE
Alberto Vicente Monsalve
Página 109

ASTRAL
Rocío Cruz Blázquez
Página 110

TODAS LAS MAÑANAS DEL TIEMPO
Pere J. Martínez Marques
Página 110-111

H2O
Juan M. González Rodríguez
Página 111

¿SALVADO?
Leonor Pelforth
Página 111-112

EXTINCIÓN
Ángel Revuelta Pérez
Página 112-113

NANA
Francisco García Bausán
Página 113

NORMAL
Juan Carlos Doblado- Vizcaíno
Página 114

MATÍAS
JM Del Salto Miró
Página 114-115
Finalista
LA DUDA
Esther Carrasco López
Página 115

CAPARAZONES DE CEDA
Emilio Regueira Soria
Página 116

LEATHERFACE
Ángel Guardiola Gómez
Página 116

LOS TRES DESEOS
Javier Ruiz Muñoz
Página 116-117

CUANDO EL QUIERA
Teresa Jiménez Sojo
Página 117-118