"El corazón me quema el
armazón del pecho. Su latido frenético bombea las costillas, las vísceras
e incluso impulsa el estómago hasta la garganta. ¡Voy a estallar!
¡Es imposible poder seguir este ritmo de carrera!... Debo frenar la marcha. ¡No
puedo más!...
He de esconderme… ¡Piensa,
maldita! ¡Piensa!… ¡Concéntrate!... ¡Eso es! Sumérgete en la oscuridad negra de
ese callejón. ¡Camúflate entre las sombras!...Tras esos desvencijados y
malolientes cubos de basura no podrá verme. Tampoco olerá mi rastro. Espero que
el aire impreso del hedor a pescado podrido, lo despiste.
Asomo lentamente la cabeza
por entre los cubos y… ¡Dios!... ¡Ahí está!...Puedo verlo… como una
fantasmagórica calcomanía de hombre, como un ente demoniaco que levita en le
densa atmósfera que lo envuelve… ¿Qué es? ¿Qué quiere de mí?...Pero,
¿qué hace?"
En la negra noche rezuma
una arcada brusca. La sombra oscura se arquea sobra sí misma adquiriendo una
animalizada forma. ¡Está cazando! Dos puntales rojos, como ocelos,
iluminan la espesa oquedad de una noche sin luna. Un callejón sombrío al que no
llega la luz de las farolas. No llega la luz de Dios…El sgili huele el
miedo, lo saborea… ¡Está aquí!...Lo sabe…
"¡Dios mío! ¡Se ha
encorvado como una rata!, y esos ojos…Sabe que estoy aquí… ¡Me está oliendo!...
¡Dios, se acerca!"...
-Buenos días, soy la
detective Parson, de homicidios… ¿Qué tenemos?
-Mujer blanca, treinta años.
En su bolso encontramos la documentación y la billetera llena…Eh, se llamaba
Mary Louis Swach, maestra. Había quedado con unas amigas para cenar. Se la vio
por última vez saliendo del restaurante. No presenta signos de violencia…Al
parecer, murió de un infarto…
Nombre completo: Amparo
Montejano Sampedro
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