Lagunas de frío metal
Trabajo en
la fábrica de reactores nucleares Ganímedes-R32. Escribo estas líneas porque
periódicamente olvido hechos recientes, especialmente tras mis revisiones
de software. Yo fui de carne y hueso. Conservo imágenes de mi madre, de
mis amigos, de una mujer con la que pasé buenos momentos, de mis hijos..., de
mi pasado. Ahora mi piel es metálica y..., bueno, no soy capaz de sentir como
antes..., en realidad no soy capaz de sentir nada. No siento nostalgia, no echo
de menos a nadie, tampoco bebo, ni como, ni enfermo, ni respiro, ni lloro, ni
sueño y no poseo hormonas que alteren mis pensamientos. Cosas que en algún
momento fueron importantes para mí, ahora no las valoro. No soy feliz, ni
desgraciado..., simplemente soy, y aplico lo que sé al trabajo.
En la
Tierra fui importante, un buen científico. De eso hace mucho, o eso creo.
Cuando mi cuerpo enfermó autoricé copiar mi memoria..., sí, estoy seguro de
ello, y renací en este mundo de hielo. Desde entonces todos mis recuerdos son
de Ganímedes: años de trabajo en la fábrica, de día y de noche. Si me
compadeces te diré que no tengo ambiciones, ni metas, ni amigos. En otro tiempo
llamaría a esto esclavitud, ahora ya no.
Somos miles
trabajando aquí, máquinas sin vida. No hay humanos ni los habrá, pues a
casi -200 ºC y sin una atmósfera adecuada, ningún organismo terrestre
sobreviviría. Rara vez intercambiamos información personal entre nosotros, pero
hace unas horas ha contactado conmigo un trabajador de otra factoría. Tenía
instaladas las mismas extensiones mecánicas que yo y pronto advertí que
compartíamos todos los recuerdos de la Tierra. Ni él era más yo, ni yo era más
él, ambos éramos copias de un mismo ser. Me evocaba a una conversación
reciente, de la que no recordaba absolutamente nada. De hecho, tengo borradas
las últimas 75 horas de mi memoria por alguna razón. Ya he dicho que a menudo
suelo tener lagunas..., lagunas..., me pregunto si algún día volveré a bañarme
en una con mis hijos y mi mujer. Si sintiese emociones tal vez mojaría mis
sensores de visión, pero no entiendo muy bien para qué. Las lágrimas no llenan
lagunas.
Alfredo Fornas Pallarés
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