EL BLOG DE LAS JORNADAS

martes, 29 de noviembre de 2016

Premio del Concurso de Microcuentos Fantàsti'CS16 es para MªCarmen Castillo Peñarrocha, por Cinema Inferno.

En Castellón, a las 15 horas del día 26 de noviembre del año 2016, se reúne el Jurado seleccionador previsto en las bases que rigen el Concurso de Microcuentos Fantàsti’CS16 para fallar los premios de la VII edición.

El Jurado está compuesto por la junta asociativa de las Jornadas Fantàsti'CS.


El Jurado acuerda:

Primero. Que han participado 50 relatos a esta edición del certamen, procedentes de todas las Comunidades Autónomas del Estado Español y que de ellos han sido seleccionados y cumplen los criterios del concurso 26

Segundo. Que tras una minuciosa selección, han resultado finalistas los siguientes relatos:

12. CINEMA INFERNO, por Mª Carmen Castillo Peñarrocha
21. 31 DE FEBRERO por Pere J. Martínez Marqués 

Tercero. Que, tras las oportunas deliberaciones, se procede a otorgar los premios establecidos en las bases, resultando el siguiente FALLO:

PRIMER PREMIO: Dotado con dar título al libro recopilatorio del VII Certamen de microcuentos Fantàsti’CS16, que se publicará junto con el certamen 2017 a Mª Carmen Castillo Peñarrocha por su relato "Cinema Inferno"

PREMIO FINALISTA: Dotado con la aparición de su microcuento en el libro recopilatorio titulado “Cinema Inferno” y un ejemplar de la revista JOT DOWN  para “31 de febrero” por Pere J. Martínez Marqués

PREMIO SELECCIONADOS: Dotado con la aparición de sus microcuentos en el libro recopilatorio titulado “Cinema Inferno”. 

Finalizada la reunión, se levanta acta con la conformidad de los presentes. El fallo se dará a conocer a los ganadores el día 29 de noviembre. 

*El libro recopilará la edición 2016 con la edición 2017, por lo que no aparecerá el libro hasta finales de 2017, al igual que sucedió con "El hilo de la vida y Paternidad responsable"

sábado, 22 de octubre de 2016

26. La noche me confunde, Francisco García Bausán


Llega la noche, salgo a dar una vuelta por el barco, gente, mucha gente, y entre todos ellos… no, lo imposible se ha revelado, una conjura de brujas recorren uno de los pasillos. Las sigo, un aurea especial las rodea; de improvisto cambian de dirección, hacia… atrás, han dado la vuelta, vienen hacia mí, me han descubierto. Una voz, una voz celestial se oye en una sala al fondo del pasillo, una voz armoniosa que las llama, que las seduce e invita a entrar en su aposento, una voz que me aleja de ellas, que me… trae gratos recuerdos, es la voz de mi amado, la voz de Adams. Un frío intenso recorre todo mi cuerpo, la vida me está probando, no es posible que Adams esté con ellas; vigilo, están hablando, riendo, de pronto se tocan, se están tocando, juntan sus manos y se besan, en la mejilla. Una iluminación divina llega a mi mente, y comienzo a entenderlo todo. Me ama, sí, me ama más que nada en el mundo, está dando su vida por mí; habrá descubierto que venían a por mí y se ha interpuesto en su camino. Seducido, ha sido afectado por algún hechizo, y han anulado su voluntad. He de rescatarlo, se lo debo.

    Espero paciente, un descuido, un error, una lenta reacción, hasta que pasada la medianoche llega mi gran oportunidad. Salen, salen todas juntas, embriagadas de alguna poción especial que hacen que se tambaleen, hacia la cubierta superior. Es fácil, relativamente fácil, una a una van cayendo por la borda, los gritos son acallados rápidamente por la música reinante. De pronto me encuentro frente a la más malvada, la que besaba y se contoneaba frente a Adams; con ella práctico el genuino arte de la navaja en mano; una mueca, solo una mueca sin tiempo a más reacción es lo que muestra, seguida de un ligero encorvamiento hacia atrás, antes de salir despedida por la borda con un seco  crujido de su espina dorsal. Salvados, estamos salvados ante tanto pecado y lujuria. He conseguido parar el aquelarre y devolver al infierno sus pertenencias. Voy al encuentro de Adams, necesito su calor, sentir su torso, su aliento… Nos encontramos en una de las escaleras interiores.

.- Hola Eva, llevo tiempo buscándote, he conocido unas chicas que nos invitan a la fiesta de disfraces de esta noche. ¿Te apetece?. ¿Nos vamos a cambiar?. La fiesta ya ha comenzado...



Autor: Francisco García Bausán


25. Dicotomía temporal,Alba García Durán


  Hoy me he mirado en el espejo y en el otro lado he visto a alguien distinto, no era como yo, quizás parecido.
    Adelantándose en el tiempo, ha movido el brazo derecho, luego yo le he imitado al instante.
    He oído un ruido de fondo, habían llamado a la puerta, pero no la de mi casa, sino la del reflejo. Mi yo ha preguntado quien era y se ha escuchado una voz contestando: "Soy el cartero".
    Luego se ha levantado y al abrir la puerta, un hombre sin rostro le ha adornado la cabeza con una bala.
    Sin poder reaccionar llaman a la puerta de mi casa:
.- ¿Quien es?... pregunto.
.- Soy el cartero... me responden...

Autor:  Alba García Durán

24. El enfermo descortés, Plácido Romero

El médico me dijo que tenían que cortarme los pies. Pensé que ya no tendría que caminar. Añadió que era necesario amputarme las manos. No tendría que ocuparme de limpiar ni fregar nunca más. Había que arrancarme los ojos. Para lo que hay que ver. Debía cortarme la lengua. Nunca me ha gustado hablar. Por último me dijo que estaba curado. No pude darle las gracias, ni estrecharle las manos, ni acompañarle a la puerta.

Plácido Romero Sanjuán

23. PERDIDA- DE INMACULADA CASADO

     Se encontraba perdida entre ríos de sangre con las alas de sus pies que corrían sin avanzar, quería huir de los fantasmas de aquella habitación que la clavaban en la cruz de su destino, sus labios se agrietaban del calor de su propio sufrimiento mientras el feto se debatía entre la vida y la muerte, incrustándosele los dientes del vació sobre el cuello, cuando sus dedos se aferraban al cuchillo manchado por una sangre goteante.
     Ella se sentía morir dentro de un cuerpo vivo, viviendo una vida usurpada,  las imágenes se le agolpaban en la mente, nunca supo porque sabía que esa no era su vida, pero lo sabia. Fue cuando se negó a ella misma cuando sucedió todo, viento, muerte, resurrección, oquedad, y ahora allí en un nuevo circulo concéntrico que siempre volvía  a los mismos recuerdos, lagrimas de niños que se convertían en caramelos, explotaba el silencio el cielo se volvía de luces con risas negras y luego luego…..nada.
     Las migas de su corazón le marcaban un sendero hacia la jaula de su propio yo y entonces el pájaro de su locura le pico los ojos mientras las hormigas de sus minutos se llevaban las migas y ella continuaba buscando la sinrazón de una vida sin Dios.
     Y seguía apretando el cuchillo que clavaba una y otra vez en aquella marioneta sin hilos que había salido de ella y que era ella misma mientras sentía las manos del destino asesino que la estaba ahogando en la esquizofrenia de una hija muerta.
Retorció los trapos del vestido no usado en el capazo con vísceras informes de un bulto de carne que no respiraba mientras las alucinaciones no le permitieron discernir la carne muerta de un alma inocente que nunca debió nacer. Había logrado liquidar aquel existir que se le apodero retorciéndose en su propio exorcismo. Por fin lo había logrado, con su muerte mataba a la no nacida que surgió del apareamiento con el demonio de su soledad, y mientras en sus manos se deshacía su alma los ojos buscaban a su dios de espinas clavadas, que era ella misma, y seguían cayendo luciferes en su mundo que  se deshacía en polvo de cocaína encima de su engendro.






Inmaculada Casado Carrión 

22.HISTORIA BREVE DE UN PEQUEÑO PSICÓPATA, DAVID GÓMEZ LÓPEZ

Ubico el principio de mi degeneración a partir de la tercera víctima. La primera vez fue fruto de un impulso furtivo. Me la encontré a solas en la cocina, tan frágil ella que casi no tuve ni que proponérmelo. La maté de un único golpe. Con la segunda lo hice más despacio, apretando con la yema de los dedos hasta oír un leve crujido. En la tercera ya empezó a haber ensañamiento por mi parte. Un objeto punzante me sirvió para desmembrarla. Para la cuarta utilicé otra herramienta, en este caso un martillo. De nuevo de un solo envite, como en aquella primera ocasión. A la siguiente la quemé. En ese instante supe que había perdido el control definitivamente. Ahogué en la bañera a la que vino después, pero ya no era lo mismo. La casa se me había quedado pequeña. Salí al exterior en busca de próximos objetivos. En un parque me topé con varias candidatas, tomándome a continuación unos minutos para decidir. Estaba cerniéndome sobre ella, enardecido por hallarme en público, cuando un policía me descubrió. El mundo comenzó a desmoronarse a mi alrededor. Me excusé a borbotones, alegando que se me había ido de las manos, que en realidad no era mala persona, y el guardia pareció apiadarse de mí. Con actitud severa, me obligó a que prometiera no hacerlo nunca más. Y debo decir que no he faltado a mi palabra. No he vuelto a matar hormigas desde entonces.

Nombre del autor: David Gómez López

21. 31 de Febrero. Pere J. Martínez marqués

31 de Febrero
Es 29 de febrero. Es el cumpleaños de M.J. y está especialmente contenta porque se estrena en su nuevo trabajo de administrativa. La conducen hasta su nuevo despacho; ella sonríe a todo el que se cruza pero nadie le devuelve la sonrisa, están muy atareados. Este día solo recibe formularios ejemplarizantes para que los estudie. Los sabe porque están fechados el 31 de febrero, además son licencias de actividad muy absurdas.
Es 30 de febrero. Eso indica el calendario de su mesa de trabajo. M.J. cree que es una novatada. Pero no lo es; nadie la mira en la oficina, nadie sonríe. Es la broma más estúpida del mundo. Sin avisar, alguien que dice ser un instructor se mete en su despacho. Él le confirma que la fecha es correcta y le cuenta una historia que ella no puede creer. Después le entrega un grueso dossier con su tarea para mañana.
Es 31 de febrero. Hoy, igual que ayer, es un día real que solo pueden sentir unos pocos por haber nacido en un día que solo ocurre cada cuatro años. Para el resto de la humanidad no existe. La realidad se detiene durante cuarenta y ocho horas; ni los astros se mueven. M.J. escucha música por los auriculares, pues el silencio absoluto es espeluznante. Se dirige hacia una instalación militar secreta. Entrar es fácil cuando todo está quieto. Modifica los archivos de defensa. Otros como ella están haciendo lo mismo, en este instante, en otras dependencias militares del planeta. Y hay más ocupándose de reacondicionar la realidad, eliminando y colocando elementos, para que todo se adapte a los nuevos planes.
Es 1 de marzo. Amanece un nuevo orden mundial encubierto. Viejas tendencias caen, nuevos valores se crean, nuevas guerras aparecen y otras se desvanecen;  un virus inocuo que infecta las mentes de la humanidad cada cuatro años. M.J., en su oficina, lee un memorándum en el que se felicita a los agentes por la labor realizada. Piensa en ese gobierno en la sombra, ahora ella forma parte de él. No sabe cómo sentirse. ¿Sucia? ¿Afortunada? ¿Culpable? ¿Feliz? Da igual, no puede contárselo a nadie.


Pere J. Martínez Marqués